Calidad del video:
Lo primero que debes evaluar es la calidad del video que te ofrece el servicio. No se trata solo de que el video tenga una buena resolución y un sonido claro, sino también de que tenga un guion, una narración, una animación y una edición que transmitan de forma efectiva el mensaje y el propósito de tu negocio.
Para ello, puedes revisar el portafolio del servicio y ver algunos ejemplos de los videos que ha realizado para otros clientes. Así podrás comprobar si el estilo, el tono y la estética del video se adaptan a lo que buscas y a lo que necesita tu público.
También puedes solicitar una muestra o un boceto del video que te harían, para tener una idea más precisa de cómo quedaría el resultado final. De esta forma, podrás dar tu opinión y sugerir cambios o mejoras antes de que el video se termine.